miércoles, 22 de septiembre de 2010

28 de julio de 1990

¡OMEDETOO SEÑOR PRESIDENTE!
¡Gambare Fujimori Daitorio!
¡Omedetoo nikkei del mundo!

El 28 de julio de 1990 el nikkei ingeniero Alberto Fujimori Fujimori asumirá la Presidencia de la República del Perú, como su 64 mandatario desde que fuera declarada en 1821 la independencia de nuestra Patria.
Y hoy es el día más trascendental y glorioso en la historia de los nikkei del mundo.
Hoy por primera vez en la historia de la humanidad un nikkei asume la más alta Magistratura de un país. Este hecho es tan prístino que nisiquiera ha dado en el mismo Japón.
Con este acto los nikkei del mundo adquieren definitivamente el indiscutible derecho de representar plenamente a sus respectivos pueblos. E implícitamente es el reconocimiento indubitable que las ciudadanías dan a los nikkei considerándolos como un ciudadano más del país donde nacieron.
En nuestro caso con un veredicto abrumador a favor de Fujimori en las pasadas elecciones generales, todo el pueblo peruano nos ha expresado claramente: “USTEDES LOS NIKKEI SON TAN PERUANOS COMO NOSOTROS, POR LO TANTO TIENEN LOS MISMOS DERECHOS Y LOS MISMOS DEBERES QUE TODOS LOS PERUANOS”.
Y esto que es un orgullo y una gran alegría para los nikkei, a la vez es una inmensa responsabilidad, y un hermoso reto que debemos afrontar con valentía.
Los nikkei deben recordar siempre que entre las grandes virtudes de nuestra raza, la laboriosidad, la honradez, la perseverancia, la paciencia. Pero nos estamos olvidando que la VALENTIA es también uno de los valores inherentes de la gente de nuestra estirpe.
No debemos olvidar que el valor ha sido siempre un sólido pilar que sostiene la estructura espiritual de todo pueblo heroico, y nuestros ancestros han demostrado a través del tiempo el temple de sus almas con sus colosales hazañas.
Los nikkei peruanos debemos rescatar ese valioso tesoro llamado valor que tenemos enraizado en el fondo de nuestros corazones, para poder afrontar con fe, con alegría y con bizarría cualquier contingencia que se nos presente en la vida.
Por eso admiramos a Fujimori, porque tuvo la valentía y la osadía de postular con fe hacia la Primera Magistratura del país; y mas aun por continuar en la lucha por la segunda vuelta, a la cual pudo resistir sin ver menoscabada su reputación y encima pudiendo haber sacado grandes ventajas personales. Sin embargo, Fujimori persistió en su contienda electoral para no defraudar a los peruanos que pusieron sus esperanzas en sus manos.
Alberto Fujimori no se equivocó ni esquivó la pelea, el pueblo lo estaba esperando para entregarle la conducción del destino de Perú, por que creen en él y en todos los valores que él representa.
Además no hay por qué preocuparse, nuestro Presidente es un hombre con suerte, con esa suerte que tienen los predestinados.
En el Perú, la palabra suerte se utiliza para desmerecer o menospreciar un triunfo; diciendo “solo es un lechero” o “de suerte nomás ha ganado”.
Sin considerar que la suerte también es un elemento que está en juego en todos los actos de la vida.
Hay una anécdota muy conocida. Cuando el gran Napoleón le presentaban un nuevo oficial y después de escuchar todas las cualidades de conocimientos de estrategia, de inteligencia, de valor; el Pequeño Corso, invariablemente decía: “Sí me parece muy bien, ¿pero tiene suerte?...
Y es que tener suerte es poseer un don, es casi una virtud, una cualidad: En muchos países del mundo así lo consideran. Y yo también creo que así.
Tener suerte es como ser inteligente o ser bella; nadie es inteligente o bella porque uno lo quiere, simplemente se posee y nada más. Se nació con ese don con que nacen algunos seres privilegiados elegidos por dioses.
Y nuestro Presidente Fujimori es un predestinado.
De aquí en adelante al referirnos a Fujimori no volveremos a denominarlo con la palabra nikkei, porque el Presidente Alberto Fujimori ya no pertenece sólo a los nikkei, ahora es patrimonio de TODOS LOS PERUANOS, porque así lo quiso la voluntad del pueblo expresado en las urnas.
Nosotros los nikkei debemos ayudar hoy más que nunca para que el Gobierno del Presidente Fujimori alcance el éxito por el bien del país. Y no pensando mezquinamente que se ayuda al Presidente Fujimori para que no fracase, con el oculto temor de sufrir desagradables consecuencias si ello sucediese.
Aunque las circunstancias sean verdaderamente calamitosas, tenemos que asumir este reto con optimismo, con fe, con alegría; por que mientras más difícil sea el desafío, el triunfo será mas hermoso.
¡Vamos nikkei saca la casta!
Tu estirpe es de hombres valientes!
¡Gambare nikkei peruano!
Trabaja y lucha nikkei peruano
Por esta tierra que nos entregó una Patria,
 un destino y un amor.
¡Omedetoo señor Presidente!
¡Gambare Fujimori Daitorio!
¡Omedetoo nikkei del mundo!

Ricardo Mitsuya Higa

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